La danza se enriquece de los nuevos avances tecnológicos haciéndolos suyos, un ejemplo de ello es lo que nos permite el streaming.
Dos cuerpos que no se pueden tocar pero sí verse. Dos bailarinas que danzan juntas sin estarlo. Ojos que observan los movimientos de dos mujeres, aunque en el espacio sólo haya una. La virtualidad de un cuerpo. Un diálogo bailado en la distancia de verse cerca y saberse lejos.

 

Descripción técnica

 

Una webcam graba a una bailarina en un espacio, mientras en la distancia (otro espacio) la otra bailarina danza con ella. Es un dialogo, un baile conjunto sin tener presencia de la otra más que por una pantalla que proyecta su cuerpo y su movimiento. A través del streaming se logra que dos mujeres bailen una coreografía a tiempo real. Una webcam está conectada a un ordenador que retransmite la imagen por internet. Mientras, en otro espacio, otro ordenador recibe esta señal y proyecta la imagen de la otra bailarina sobre una pantalla. A la vez una cámara de vídeo graba a las dos bailarinas. Una es un cuerpo presencial y la otra es un cuerpo ausente, virtual.

 

Pieza realizada entro del Proyecto Crea Futuros